Nuestro tiempo presente (en español y portugués)

Cuando miramos los complejos engranajes de un reloj mecánico, nos preguntamos cómo es posible que ese aparato mida algo que no podemos ver ni tocar. El descubrimiento de que el tiempo es relativo y de que cada observador lo medirá de forma diferente, según la velocidad en la que se mueve, fue chocante en su momento.

 

¡Chocante es la velocidad con la cual el reloj de nuestra vida se mueve hoy en día!

 

Muchas veces se mueve de tal forma, que no nos permite darnos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor, ni preguntarnos cuantas cosas importantes se nos puede estar escapando en ese vértigo cotidiano.

Foto de dommylive en flickr(cc)
Foto de dommylive en (cc)
 


La mirada de preocupación del ser amado, el silencio de nuestros padres, o el poco dialogo que podemos tener con nuestros hijos, son sutilezas que solo podrán ser percibidas si son observadas con atención.

 

En este momento estamos pasando por una experiencia excepcional, donde a algunos les ha tocado encontrarse con ellos mismos en el silencio de sus habitaciones, y a otros encontrarse, más intensamente, con sus seres queridos.

 

¡Hoy, por la cuarentena, parece que el mundo y el tiempo pararon! Deparándonos con lo insignificante de nuestra condición y, al mismo tiempo, sorprendiéndonos por la fuerza que un virus puede tener en nuestras vidas y en nuestra sociedad.

 

Sin embargo, a mí, como a muchos de ustedes, esta experiencia nos ha llevado a sorprendernos con el valor de las cosas cotidianas y de los pequeños momentos.

 

A diferencia del reloj mecánico, el reloj de nuestra vida puede desacelerar según como vivamos, permitiéndonos aprovechar mejor la presencia de nuestros seres queridos y descubriendo que alguna de las cosas que nos realiza es la huella que dejamos en el corazón de las personas, cuando las amamos de verdad, permitiéndonos, quizás, que por eso ganemos un lugar en la gloria eterna.


Nosso tempo presente (Português)

Quando observamos a complexa maquinaria de um relógio mecânico, nos questionamos como esse aparelho é capaz de medir algo que não podemos ver, nem mesmo tocar.  A descoberta que o tempo é relativo e que a sua medida seria diferente dependendo da velocidade do movimento daquele que o medir, foi impressionante na época.

 

Impressionante, também, é a velocidade na qual o relógio da nossa vida avança no mundo de hoje!

 

Muitas vezes nossa vida se movimenta de uma forma que não nos permite enxergar o que acontece a nossa volta, sem poder parar para nos perguntar os detalhes importantes que estão fugindo aos nossos olhos, nessa correria do dia a dia.

 

O olhar de preocupação de quem amamos, o silencio dos nossos pais, e o pouco diálogo que podemos ter com os nossos filhos, são uma pequena amostra dos detalhes que, muitas vezes, passam na nossa frente e que somente conseguiremos enxergar se pararmos para olhar com atenção.

 

Neste momento estamos vivenciando um acontecimento excepcional: onde vários têm se encontrado com seu próprio “eu” no silencio da suas casas, e outros, com seus seres queridos.

 

Nos dias de hoje, por conta desta quarentena, parece que o mundo e o tempo pararam! Surpreendidos com a pequenez da nossa condição, descobrimos, perplexos, a força que um vírus pode ter na nossa vida e na nossa sociedade.

 

Entretanto, para mim, quanto para muitos de vocês, esta experiência nos está conduzindo a apreciar o valor da vida cotidiana e dos pequenos detalhes.

 

Diferente do relógio mecânico, o relógio da nossa vida “irá mais devagar” segundo a forma como vivemos, aproveitando a presença dos seres queridos e descobrindo  que aquilo que nos realiza é a impressão que deixamos no coração das pessoas, quando as amamos de verdade, permitindo que talvez, através desse amor, ganhemos um lugar na gloria eterna.


Comentários

  1. Tais reflexões só podiam vir de mesmo de uma mente brilhante com um coracao repleto de bondade. Roberta

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