La hermosa luminosidad de nuestros hijos… (texto en español y portugués)
La luz intensa del atardecer entraba por la ventana con un brillo que ofuscaba nuestra mirada. El astro rey mostraba una fuerza que, sabíamos, se ocultaría sin desaparecer durante el anochecer. Esta realidad hermosa que la naturaleza nos ofrece diariamente me permitió introducirme en dos misterios que me parecen análogos, el del ser humano en su realidad de hijo y en el del ser humano en su realidad de padre o madre. En otras palabras, en lo que significa la misión de ser educadores de nuestros hijos. Sin querer abrazar todo lo que puede significar esta misión, comenzaré diciendo que, como punto de partida, nunca debemos olvidar que nuestros hijos, al nacer, tienen por Gracia de Dios una naturaleza noble y una bondad natural. Cuando van creciendo, haciéndose adultos, puede ocurrir algunas veces que, por diferentes circunstancias esa grandeza se esconda. Es importante también que sepamos que estas circunstancias no los define, ni anula lo que ellos realmente son, así como en el cas