Sus interminables oraciones... (Microcuento en español y portugués)




Queridos amigos, a partir de hoy, eventualmente les voy a compartir en formato de microcuento, algunos recuerdos de mi infancia que a pesar de que tendrán un leve sabor de nostalgia, también revivirán la alegría de los buenos momentos vividos junto a personan inolvidables...  

Lo que ustedes leerán de ahora en adelante, en el cuadro “Recuerdo aquella vez…”, serán los ecos de mi memoria…

“Estaba sentada en el banco de una Iglesia, casi vacía, haciendo unos golpecitos con los dedos en el asiento demostrando mi impaciencia.  Mi hermano mayor echado en otro banco miraba el techo sin decir nada.  Los dos estábamos impacientes porque la misa ya había terminado y mi papá se había puesto a rezar a los pies de una imagen de la Virgen sus interminables oraciones.

Siempre pasaba lo mismo, mi mamá, ya acostumbrada, se dirigía a la puerta de la Iglesia con mis hermanos menores para comprarles unos caramelos y tranquilizarlos.  Después de unos minutos, en esa situación, el sacristán comenzaba a apagar las luces permitiendo que mi papá despertase de su meditación.

Esto se repetía todos los domingos y a pesar de que me iba acostumbrando a estas esperas, no lograba entender que tanto asunto mi papá tenía todas las semanas para conversar con “la Virgencita”.   

Eso es algo que solo logre entender, varios años después…”


Suas intermináveis orações... (1) (Micro conto)


Queridos amigos, a partir de hoje, eventualmente, vou compartilhar em formato de micro conto, algumas das minhas lembranças da infância que, apesar de que possivelmente terão um leve sabor de nostalgia, também permitirá trazer de volta a alegria dos bons momentos vividos junto a pessoas inesquecíveis...  

O que vocês lerão de agora em diante, no quadro “Lembro de aquele dia …”, serão os ecos da minha memória.

“Estava sentada num banco de uma Igreja praticamente vazia, batendo com os dedos levemente meu lugar demostrando impaciência.  Meu irmão mais velho deitado num outro banco olhava para o teto sem falar.  Nós dois estávamos impacientes porque a missa tinha acabado e meu pai estava rezando, aos pês de uma imagem de Nossa Sra., suas intermináveis orações.

Sempre era igual.  Minha mãe já acostumada caminhava até a porta da Igreja com meus irmãos mais novos para comprar-lhes uns doces e tranquilizá-los.  Passando alguns minutos, o sacristão começava a desligar as luzes permitindo assim que meu pai acordasse das suas meditações.

Esta cena se repetia todos os domingos e mesmo que eu tivesse me acostumado a estas esperas, não entendia quanto assunto meu pai poderia ter para conversar toda semana com a Mãezinha.

Esse assunto é algo que somente consegui entender vários anos depois...”



 

Comentários

Postagens mais visitadas deste blog

La hermosa luminosidad de nuestros hijos… (texto en español y portugués)

Epifania - Nuestra Estrella de Belén (texto en español y portugués)

¡El fuego de la Fe! (Microcuento en español y portugués)