La niña sin nombre… (en español y portugues)

 

Foto: https://rb.gy/pcbukd

Sus ojos negros y profundos demostraban cansancio, un tipo de cansancio que iba más allá de lo físico… parecía que tenía un matiz emocional.

Encontrarnos con él había requerido de esfuerzo. Sus horarios en el hospital están cada vez más exigentes e ir a la ciudad en medio de la semana no estaba en nuestros planes iniciales. Nuestra compañía parecía que tenía el efecto de un bálsamo reconfortante. Él necesitaba de compañía e intuyendo que también necesitaba de escucha, lo miramos con atención y le preguntamos cómo había sido su día de trabajo como interno de la facultad de medicina, en el área de pediatría. La descripción que hacía al inicio era de cotidianidad hasta empezar a describir las emociones encontradas que pueden existir en un ambiente de cuidados semi-intensivos con niños recién nacidos, con pocos días de vida. La angustia de las madres y la inestabilidad clínica de los niños tocaron mi corazón solo que, al igual que a él al narrar y a mí al escuchar la historia de una niñita en particular, hizo que nuestros ojos se llenaran de lágrimas. “… su mamá la abandonó después del parto porque no quería hacerse cargo de ella… su intención inicial había sido venderla, pero el hospital no lo permitió… está en tratamiento porque la madre al ser adicta no tuvo un acompañamiento pre-natal… lo más triste es que la bebita ni siquiera tiene nombre…” Al escuchar la historia nos quedamos en silencio. Implícitamente decidimos no detenernos en la actitud de la madre, en ese momento, orientando nuestra atención y diálogo hacia la niña… “… todos los días cuando llego lo primero que hago es saludarla, tocarle su cabecita y hablarle para que sepa que hay alguien cuidando de ella… el hospital ya encaminó su caso al servicio social… ojalá encuentre una familia que la ame y la cuide… ¿vamos a rezar por ella?” Todos estos comentarios por parte de él, en especial el pedido de oración, nos enternecieron. Nos sorprendíamos como él, nuestro hijo primogénito, sabiéndose amado, se condolía con la falta de amor hacía esa pequeña… -- Han pasado algunos días y ayer vino animado a contarnos que la “niña sin nombre” ya había sido designada para adopción y que en pocos días sus papás adoptivos irían a conocerla. Esa noticia nos llenó de alegría a todos y yo hice un compromiso personal de siempre colocar en mis oraciones a los niños no deseados, es decir a los niños no amados. Para mi hijo, esta experiencia le abrió los ojos a una parte de su profesión que él nunca puede ignorar, todos los pacientes son personas y cargan una dignidad que debe ser cuidada y preservada. El dolor y el sufrimiento son realidades que el ser humano ha intentado responder de mil maneras. En algunas ocasiones el dolor llega sin que nadie sea responsable, en otras ocasiones, sí. Como respuesta puedo decirles que creo en la oración cristiana como transformadora de corazones permitiendo la comunión en la vida en sociedad, por eso rezo. Por otra parte, con la conciencia de que el ser humano sólo encuentra su felicidad y realización en amar y ser amado, esta historia me hizo conocer una realidad de la que pocas veces me había aproximado… – "¿Acaso olvida la mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvidara, yo no te olvido. Míralo en las palma de mis manos te tengo tatuado…" Isaías 49, 15-16.

A menina sem nome...

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Seus olhos profundos e negros mostravam cansaço, uma espécie de cansaço que ia além do físico... Parecia ter um tom emocional.

Encontrá-lo exigiu esforço. Seus horários no hospital estão se tornando cada vez mais exigentes e ir para a cidade no meio da semana não estava em nossos planos iniciais. Nossa visita parecia ter o efeito de um bálsamo reconfortante. Ele precisava de companhia e sentindo que também precisava ser escutado, olhamos para ele com atenção e perguntamos como tinha sido seu dia de trabalho como estagiário na faculdade de medicina, na área de pediatria. A descrição que ele fez no início foi de cotidianidade até começar a descrever as emoções encontradas que podem existir em um ambiente de cuidados semi-intensivos com crianças recém-nascidas, com apenas alguns dias de vida. A angústia das mães e a instabilidade clínica das crianças tocaram meu coração. Porém, foi com ele narrando a história de uma menina em particular, que lágrimas surgiram em nossos olhos. "... A mãe a abandonou depois do parto porque não queria cuidar dela... A intenção inicial era vendê-la, mas o hospital não permitiu... Ela está em tratamento porque a mãe, por ser viciada, não teve acompanhamento pré-natal... O mais triste é que a bebê nem tem nome..." Ao ouvirmos a história, ficamos em silêncio. Implicitamente, decidimos não nos alongar sobre a atitude da mãe naquele momento, direcionando nossa atenção e diálogo para a criança... "... Todos os dias, quando chego, a primeira coisa que faço é cumprimentá-la, tocar a cabeça dela e conversar com ela para que saiba que tem alguém cuidando dela... O hospital já encaminhou o caso para o serviço social... Espero que ela encontre uma família que a ame e a cuide, vamos orar por ela?" Todos esses comentários de sua parte, especialmente o pedido de oração, nos emocionaram. Ficamos surpresos como ele, nosso primogênito, sabendo que era amado, lamentava a falta de amor por aquela menina... -- Passaram-se alguns dias e ontem ele veio nos contar que a "bebê" já havia sido designada para adoção e que em poucos dias os pais adotivos iriam para o hospital ao seu encontro. Essa notícia encheu a todos nós de alegria e assumi o compromisso pessoal de sempre colocar crianças indesejadas, ou seja, crianças não amadas, em minhas orações. Para meu filho, essa experiência abriu os olhos para uma parte de sua profissão que ele nunca pode ignorar, todos os pacientes são pessoas e carregam uma dignidade que deve ser cuidada e preservada. A dor e o sofrimento são realidades às quais o ser humano tem tentado responder de mil maneiras. Às vezes a dor vem sem que ninguém seja responsável, outras vezes, sim. Em resposta, posso dizer-vos que acredito na oração cristã como transformadora dos corações e como necessária para uma vida em comunhão da sociedade, por isso rezo. Por outro lado, com a consciência de que o ser humano só encontra sua felicidade e realização em amar e ser amado, essa história me fez tomar consciência de uma realidade que eu raramente havia abordado... -- "Será que uma mulher esquece seu filho que amamenta, sem piedade do filho de seu ventre? Bem, mesmo que ela esquecesse, eu não esqueceria de você. Olha nas palmas das minhas mãos, eu tenho você tatuado..." Isaías 49:15-16.

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